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Opel Kadett GSi. Un clásico inolvidable.

El que lo tuvo no lo olvida. Recuerdo haber recogido el mío en la Gran Vía bilbaína y, tras llenar el depósito, ir hasta Donostia y volver sin ni siquiera parar para tomar un café. El paso siguiente fue esperar a mi pareja a la salida del trabajo y, al igual que antes, no parar… ¡hasta Jaén!
El Opel Kadett GSi (Grand Sport Injection) es uno de los modelos más icónicos de la marca alemana Opel, conocido por su notable desempeño y su capacidad para competir con gigantes del mercado como el Volkswagen Golf GTI. Introducido en 1984, el Kadett GSi pertenecía a la generación E del Kadett, (el original nació en los años 30) y rápidamente se convirtió en un referente en el segmento de los compactos deportivos.

– Historia y Evolución

El Kadett GSi debutó en el Salón del Automóvil de París en 1984, inicialmente equipado con un motor de 1.8 litros y 115 CV. Este motor permitió que el Kadett GSi fuera el primer coche de menos de 2.0 litros en superar los 200 km/h, estableciendo un nuevo estándar en su categoría.

Para mantenerse competitivo, Opel pronto lanzó una versión mejorada con un motor de 2.0 litros que generaba 130 CV. Esta versión alcanzaba una velocidad máxima de 208 km/h y ofrecía un rendimiento superior, logrando el 0 a 100 km/h en 8,5 segundos. Esta variante se distinguía por su equilibrio entre potencia y manejo, siendo más estable y segura que la versión inicial.

En 1987, Opel elevó aún más el nivel con la introducción del Kadett GSi 16V, equipado con un motor de 2.0 litros y 156 CV, desarrollado en colaboración con Cosworth. Esta versión podía acelerar de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 218 km/h. A pesar de su impresionante rendimiento, el GSi 16V enfrentó críticas por su manejo, ya que la potencia extra comprometía la tracción delantera, haciendo que la dirección fuera impredecible en algunas situaciones.

– Diseño y Tecnología

El Kadett GSi presentaba un diseño deportivo con parachoques del mismo color que la carrocería, un alerón trasero y llantas específicas de 14 pulgadas. Su interior también reflejaba su carácter deportivo, con asientos Recaro y un cuadro de instrumentos digital, una característica avanzada para la época que, sin embargo, recibió críticas por su falta de precisión y su naturaleza futurista.

Además de su diseño innovador, el Kadett GSi era conocido por ser ligero, con un peso alrededor de 1.045 kg. Esta ligereza contribuía a sus excelentes prestaciones, aunque también lo hacía susceptible a robos debido a la delgadez de sus paneles de chapa, especialmente en las versiones de 3 puertas.

– Competencia y Comparaciones

El principal rival del Kadett GSi era el Volkswagen Golf GTI, y la competencia entre ambos modelos fue intensa durante los años 80. Mientras el Kadett GSi de 130 CV competía con el Golf GTI de 16 válvulas, Opel respondió a la introducción del Golf GTI G60 con su GSi 16V. A pesar de la competencia, ambos modelos eran muy parejos en términos de rendimiento,.

– Legado

El Opel Kadett GSi dejó una marca duradera en la historia del automóvil, siendo recordado como uno de los compactos deportivos más icónicos de su tiempo. Su combinación de rendimiento, diseño y tecnología avanzada lo convirtió en un favorito entre los entusiastas de los coches. La producción del Kadett GSi cesó en 1991, cuando fue reemplazado por el Opel Astra, pero su legado perdura hasta hoy.

– Opiniones y Críticas

A pesar de su éxito, el Kadett GSi no estaba exento de críticas. Los expertos de la época señalaron que su cuadro de instrumentos digital y la visibilidad trasera eran áreas que necesitaban mejoras. Además, aunque su manejo era generalmente bueno, la versión de 156 CV tenía problemas de tracción que afectaban a la experiencia de conducción.

En resumen, el Opel Kadett GSi es una verdadera joya del mundo automotriz, un coche que no solo marcó una época, sino que también dejó un legado duradero entre los compactos deportivos. Su combinación de potencia, diseño y tecnología lo convierte en un vehículo digno de recordar y admirar.